Ricardo Montaño, un emblema en el paracaidismo en México.

18 abril, 2024

Hay figuras que son inolvidables en el mundo del paracaidismo, en esta ocasión hablaremos de un atleta de alto rendimiento que ha practicado este deporte desde hace 28 años, un apasionado de emociones extremas, Ricardo Montaño Osnaya, paracaidista de 56 años de edad.


 
Su determinación, compromiso y desempeño como paracaidista profesional ha sido la inspiración para amigos, familiares y conocidos, que, siguiendo sus pasos, decidieron entregarse a este hermoso deporte.


 
¡Deleitémonos con su historia!

Ricardo es instructor certificado USPA, TÁNDEM, COACH, AFF, examinador y camarógrafo profesional que ha conquistado diversos récords nacionales como internacionales, además de impartir una emblemática capacitación para la Policía Federal entrenando a 24 de sus elementos.

Es reconocido por ser uno de los primeros paracaidistas en aterrizar con botarga en diferentes estadios de nuestro país.

Un paracaidista que ha saltado en diferentes zonas del mundo. Así ha recorrido Venezuela, Puerto Rico, hasta zonas frías como España y Estados Unidos, sin olvidar su favorita, Puerto Escondido, México, ya que considera maravilloso contemplar en la caída libre la sierra de Oaxaca, y observar cómo se disipa la línea de la playa en el horizonte, los atardeceres; como el mar y el cielo se fusionan en uno solo.

 Tener el privilegio de saltar y conocer diferentes zonas del mundo es una experiencia única pero lo mejor que te puede dar este deporte son las amistades que se conocen en cada viaje, en cada salto que comparten. Vivir la experiencia con la calidez del Staff o de los compañeros de salto permite disfrutar en plenitud la experiencia.

Ricardo, como muchos otros, consideraba el paracaidismo como un deporte de alto riesgo. “Creí que la gente que saltaba estaba loca, no entendía cómo era posible que existieran valientes que se aventaran de un avión”.

Fue hasta que su hermano Antonio Montaño, fundador de Skydive Cuautla le mostró el paracaidismo con otros ojos. Así es como al pasar de los años se despierta su interés por este deporte extremo, al punto que empieza a tomar clases teóricas y a prepararse para adentrarse a este apasionante mundo.

En la actualidad para Ricardo el paracaidismo tiene muchas variantes, es una experiencia motivante, lo percibe como una sensación de libertad, en cada vuelo aprende una cosa diferente, donde busca la oportunidad de experimentar nuevas vivencias. Así se convierte en uno de los paracaidistas que pocas personas pueden confinarlo.

“A veces tenemos la gran expectativa de que empezar a realizar algo nuevo obtendremos un cambio radical. Y creo que no es tanto así, más bien, experimentas algo que te dará buscando un resultado positivo y obtendrás otras experiencias que van perfilando tu camino, paso a paso”.  

Así sucedió con Ricardo al hacer su primer salto, no sabía lo que le esperaba al otro lado, en el trayecto del vuelo por su mente solo pensaba ¿qué diablos hago aquí?, sin embargo, nos comenta que de lo que se acuerda es que esperaba sentir vértigo en la caída, miedo y no ese miedo a las alturas como algunos lo tienen, sino ese miedo a no haber entendido la información suficiente para que no fallara nada. Ese sentimiento de incertidumbre no detuvo a Ricardo para continuar apasionándose y profesionalizándose en este deporte.

La mayoría de las experiencias nos brindan una oportunidad para el desarrollo personal, pero para aprovecharlas plenamente, conviene reflexionar sobre lo que deseamos aprender de ellas, como ejemplo tenemos a Ricardo, ahora con varias décadas como paracaidista, dejando un legado invaluable en la escuela de Skydive Cuautla, a sus nuevos alumnos.

Una pasión no tiene fronteras, la carrera de Ricardo ha ido en ascenso, siempre con ganas de seguir aprendiendo y conquistando nuevos horizontes. Recientemente, y con su figura como “examinador”, tuvo la oportunidad de estar en Skydive Orlando en búsqueda de nuevas experiencias y aprendizajes para poder transmitirlas a sus entusiastas paracaidistas principiantes.

Ricardo nos ha demostrado que cuando estás convencido y crees en ti mismo puedes alcanzar cualquier meta que te propongas.

Vivir la experiencia del paracaidismo atesora recuerdos que llevarás contigo para siempre. Por supuesto que vale la pena el riesgo.

Los deportes extremos siempre implican un cierto nivel de riesgo, por eso es importante analizar cada actividad y considerar el nivel de dificultad y el riesgo que conlleva. Ricardo aprendió que los conocimientos teóricos básicos y el entrenamiento previo son indispensables, recomienda revisar el equipo y material esté en perfecto estado, ser prudente y evitar el exceso de confianza.

Lo importante es vivir la vida plenamente, porque tal vez haya un mañana que no te lo permita hacerlo ¿no es verdad?

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